Por muchas noches en blanco que uno dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad es que encontraras pocas soluciones. Podrá parchear tal o cual relación, pero al final volverá a pasar lo de siempre, que en un momento dado saltaran en pedazos como tantas otras veces. Por que uno es como es y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi un combate perdido de ante mano.
Así que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad como los yogures asín sabríamos de ante mano cual es la fecha del final, y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas, ni discusiones. Nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la ultima décima de segundo.
Aunque si lo piensas lo bueno de no tener fecha de caducidad es que nos permiten seguir soñando con que esta vez si, ese yogur pueda conservarse para siempre.
Andrés Croux
Twitter: @AndresCroux
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